La noticia es que el bebé de una pareja de Utah mostró su lado «rockero»
durante un sonograma del vientre de su madre, cuando hizo la señal de «rock and
roll», o sea, cuando extendió sus deditos índice y meñique y encogió los otros
tres. Cuando el marido notó el extraño gesto, le pidió a la técnica que
realizaba la ecografía que volviese a enfocar la mano del bebé y, al ver la
imagen, la fotografió con su celular y la compartió gozoso en las redes
sociales. Esta es la foto:
No sé de dónde el marido de
la embarazada se hizo de la ilusión de que el bebé simplemente quiso hacer la
señal del «rock and roll», porque en Yauco, el pueblo de donde vengo, esa señal
tiene otro significado que nada tiene que ver con ese género musical. Hecha a
otro hombre, esa señal es la de: «¡Eres un cabrón!» (o «un cuernú», si eres de
modales más refinados). Es un insulto, un agravio de tal naturaleza que de
ordinario suele constituir una invitación a pelear a los puños o, al menos, a
un intercambio feroz de recriminaciones y desafíos.
Viniendo de un bebé por nacer
—que no puede ser desafiado a liarse a las trompadas con nadie— al ofendido
solo le queda echarse a reír de «esa monería», para no tener que suponer que el
bebé sabe mejor que él (el marido) quién es su verdadero padre.
Total que si a mí me pasara,
lo menos que se me ocurriría pensar es que mi hijo me salió «rockero», sino, por el
contrario, que me salió un buen hijo de puta.