El Gobernador Luis Fortuño y su esposa Luz Eufemia Vela acaban de revelarle al país que en 2010 se ganaron $407,045, es decir, $33,920 mensuales. Con unos ingresos familiares como esos, podrá imaginarse cómo él pudo despedir a 30,000 padres y madres de familia, la mayoría de los cuales ganaban en un año mucho menos de lo que él y su mujer se ganan en un mes. Así, mientras los despedidores de empleados públicos viven en la opulencia y duermen todos los días a pata ancha (en casa y cama ajena, pagadas por nosotros, claro está), los despedidos tienen que sortear a solas su desgracia, las muchas noches de desvelo y sus desesperanzas a granel . Lo «inveraz» de todo esto es que Fortuño se crea con derecho, y con la posibilidad, de ser electo otra vez. ¿Será que está peleando en la misma categoría de Hollie Dunaway, la de peso paja? Habrá que ver.
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