sábado, 12 de noviembre de 2011

Y dios le habló así a Caín, digo, a Cain

Cada vez que oigo a una persona decir que escuchó la voz de Dios decirle que hiciera determinada cosa, creo que ha perdido la razón (si alguna vez la tuvo). Es lo que me ha pasado al leer que Herman Cain, el aspirante a candidato presidencial por el Partido Republicano, ha dicho que decidió postularse porque Dios lo convenció de que lo hiciera. Dijo —comparándose con Moisés—, que después de mucho orar y orar, Dios le reveló que eso era lo que él (Cain) debía hacer. Y que a esto él le respondió: «Señor, has escogido al hombre equivocado. ¿Estás seguro?» (You’ve got the wrong man, Lord. Are you sure?). Esta «revelación divina» le llegó luego de dos semanas de estarse defendiendo de alegaciones de hostigamiento sexual, a las que se han añadido ahora las de cuatro mujeres que lo acusan de lo mismo, por hechos ocurridos hace diez años cuando él presidía la Asociación Nacional de Restaurantes.
Es evidente que al dios imaginario de Cain no le importa que los candidatos a presidente de Estados Unidos tengan tacha —tacha moral, sobre todo— o que anden divulgando por ahí lo que, de seguro, debió ser una conversación privada entre creador y criatura. Pero nada nos extrañe; eso ocurre cuando el hombre hace a dios a su imagen y semejanza, justamente lo que Cain ha hecho. Aun así, en su viaje de esquizofrenia, Cain comprendió la equivocación de su dios porque le alcanzó la razón para decirle: «Has escogido al hombre equivocado». Lo lamentable es que siempre habrá alguna gente, sin esa clarividencia, que votará por él.

2 comentarios:

  1. Hiram:

    Lo que pasa es que, si creemos lo que dice la Biblia, Dios se pasa escogiendo al hombre equivocado. Porque, ¿qué era David, que, entre otras cositas, prácticamente mandó a matar a Urías, para quedarse con Betsabé? Sin embargo, como estuvo dispuesto a «pactar» con Dios, éste lo bendijo y hasta escogió su «casa» para que Jesús naciera de esa cepa. ¡Qué linda lección de moral!

    Comparado con cosas como ésta, que abundan en la «Sagradas Escrituras», Cain es un nene de teta...

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  2. ¡Qué bueno saber que Cain no podría contar con tu voto!

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