domingo, 22 de enero de 2017

Los puertorriqueños sefardíes

Ahora resulta que de la época del cautiverio de Babilonia pudiera haber rastros en las alturas de mi pueblo. Leo en la prensa de hoy que un puertorriqueño llegado a rabino, Gary Fernández Mercado, establecido en la península de la Pascua Florida (ee.uu.) ha descubierto que por sus venas corre sangre de judíos sefardíes. Ha identificado casi seis mil apellidos —incluso los suyos— de origen judío-español y judío-portugués en los habitantes actuales de América. Estos vinieron a las tierras descubiertas por Colón en la última década del siglo xv.
Lo que me llama más la atención de la noticia es que el rabino Fernández está embarcado en la tarea de identificar, mediante pruebas de adn, a 20,000 descendientes de estos sefardíes. Y todo porque el gobierno de Israel ha prometido concederles a éstos la ciudadanía israelí, lo cual facilitaría que se cumpliese con la Ley del Retorno o el «Aliyah» a la tierra de Israel. El rabino Fernández es, además, portavoz de Ezra International, una organización con sede en la tierra de leche y miel que procura rescatar a los judíos más pobres dispersos por el mundo, para regresarlos a su país de origen: Israel.
He visto la lista de apellidos que ha publicado el portal del rabino Fernández y he encontrado una inmensa cantidad de ellos muy comunes en Puerto Rico, incluyendo varios de los míos, como son los Sánchez, Martínez, Mercado y Olivera. Con razón mi tío Dimas Serafín siempre dijo que a nosotros, los Martínez del barrio Collores de Yauco, se nos tenía por judíos y nos apodaban «los santos de la ceiba». O sea, que existe la posibilidad de que tuviera razón y mucho más: que los puertorriqueños seamos más judíos de lo que nos imaginamos.
¿Que qué importancia puede tener este asunto? Bueno, pues que ahora que el presidente Donald Trump la tiene cogida con los inmigrantes hispanos y, por consiguiente, ya mismo se le ocurrirá algo que hacer o decir con respecto a los puertorriqueños, tal vez quiera hacernos una prueba obligatoria de adn para establecer nuestra descendencia judía y regresarnos a Israel. Argumentaría que si resultara que somos descendientes de judíos sefardíes, podríamos obtener la ciudadanía israelí y, entonces, en vez de mudarnos para Orlando, podríamos comenzar a ser deportados a Israel.
A lo mejor incluso, nos obligue a pagarnos el pasaje, y le exigirá al gobierno de Netanyahu que nos consiga alojamiento gratuito tipo Plan 8, nos subsidie el pago del agua, la luz y un teléfono celular, nos consiga un plan médico gratis y nos de un chequecito para hacer la compra y pagar el cable. A lo mejor allá existe el Pega 3 y su parentela de juegos de azar, y podría asegurarle a los israelíes que, dada nuestra naturaleza cuasi adictiva al juego, le devolveríamos al fisco hebreo parte de los beneficios recibidos. Igualito que hacemos aquí. Es más, estoy convencido de que Trump diría que no notaremos la diferencia entre la vida que nos damos aquí y la de allá, porque en Israel tampoco nieva. Y tendríamos la ventaja adicional de que no echaríamos de menos el ruido de los disparos a cualquier hora del día o la noche, ni el escenario de los cadáveres desper-digados sobre el pavimento.
Mañana llamo por mi cuenta para eso del adn y saber a qué atenerme.


1 comentario:

  1. Buena analogía de su blog sobre el tema de los sefardíes, aunque no soy Rabino le invito a una escuela de las raices hebreas en Ponce. Estamos localizados en Avenida las Americas, Edificio Torre de Oro primer piso 103. Teléfono 787 375/7077
    Saludos Damaso Soto. mi correo electronico es soto.damaso@yahoo.com si me envía su dirección postal le puedo enviar mi libro sobre un tema muy conocido en Puerto Rico Brujeria Y Santeria.

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